sábado, 2 de enero de 2010

He caído muerta en las manos del año desconocido
y he vuelto a renacer para morir de nuevo,
fue de aquellos días en que las lagrimas se evaporaron en segundos,
para comenzar un trance infinito.
Todos dubitativos comenzamos a mirar el cielo, frente a la negrura del espacio y
frente al silencio ruidoso de algunas mentes blancas.
Vimos el cielo estallar, vimos quemar las ganas,
vimos la espuma volar frente a nuestras cabezas,
vimos abrazos largos y peleas cortas...
solo vimos esto...vimos las sonrisas desvanecerse a medida
que el sueño nos vencía, cuando me levantaste con ganas solo para
amanecer en una taberna barata, entre humo de cigarrillo y licor de segunda,
pero aun así, ahí estuvimos
sonríendonos en la oscuridad
de cielos de fantasía.

1 comentario:

Pablo dijo...

Que bonito.

(me estoy tomando un té)